¿Sabes qué es la psicología del color? Esta disciplina estudia las emociones que cada color genera en las personas. Si conocemos esas reacciones, seremos capaces de crear experiencias enriquecedoras y orientadas a conseguir el efecto que deseemos.
Por ello, cuando organizamos un evento es importante elegir con cuidado la gama cromática que vamos a utilizar, tanto en la decoración o la luz, como en el propio menú.
¿Por qué los colores son importantes en el catering?
En tus fogones nos gusta conocer en profundidad a nuestros clientes y saber qué sensaciones desean transmitir cuando celebran un evento. Estos datos nos sirven para proponer, en cada circunstancia, los colores en catering más adecuados, desde la mantelería o cubertería, al tono que debe imperar visualmente en cada plato.
Este esfuerzo de creatividad permite sorprender a los asistentes y marcar la diferencia. El uso estratégico del color nos ayuda a proporcionar elegancia a un acto, a darle incluso coherencia y continuidad y, por supuesto, a destacar un manjar sobre los demás.
Qué transmiten los colores en los eventos de catering
Cada color, como comentábamos, provoca en quien lo contempla unas sensaciones concretas que han sido ampliamente estudiadas desde el punto de vista científico desde hace siglos. Por dar un dato curioso, Isaac Newton fue uno de los investigadores de esta disciplina.
Los colores pueden influir en la forma de experimentar los sabores, e incluso en el apetito de los comensales. Vamos a desgranar, de uno en uno, qué transmite cada color y cuáles serían los mejores colores temáticos para bodas y eventos:
- Rojo: es el color por excelencia de la hostelería. Este tono vibrante está indisolublemente vinculado a la pasión, al amor, a lo visceral y, curiosamente, verlo nos abre el apetito. El rojo puede ser un color imperante en eventos románticos, pero también servir para destacar elementos concretos dentro de una gama cromática más uniforme.
- Amarillo: es el color de la luz y la diversión. Es potente y transmite optimismo y creatividad, convirtiéndose en una apuesta segura para eventos laborales o de negocios. También es un color que se vincula a la infancia, siendo adecuado para fiestas en las que los protagonistas sean los niños. Por último, el amarillo en su tonalidad dorada transmite elegancia y excelencia, siendo muy empleado en actos vinculados al lujo.
- Azul: genera principalmente dos sensaciones: tranquilidad y frescura. Es un color muy relajante, que llama a la desconexión y el descanso. Evoca al cielo y al mar, al equilibrio y la paz. El azul y sus diversas tonalidades puede ser perfecto para actos en época estival o aquellos en los que el marisco y el pescado sean las estrellas del menú.
- Verde: también es una gama fría que se relaciona con el bienestar y, por supuesto, con lo natural. El verde es el color de la juventud, de lo nuevo, pero también de las raíces, del contacto con la tierra y los orígenes. Por ello, este color es perfecto cuando queremos transmitir que nuestros platos son saludables, como en eventos de carácter deportivo.
- Naranja: ofrece sensación de amabilidad y vitalidad. Al ser también un color cálido y vibrante, su utilización de forma estratégica hace posible poner el foco de atención sobre detalles concretos. El naranja es perfecto cuando el motivo de nuestro acto es la comunicación: transmitir un mensaje con precisión y fuerza. De modo que en reuniones, tanto de trabajo como informales, puede constituir una excelente opción.
- Morado: es un color particular, más apegado al misterio y a la espiritualidad. Su intensidad supone un estímulo para la imaginación, permitiendo que la creatividad fluya. Este tono puede predominar cuando queremos dar un toque mágico y suscitar el interés de los asistentes apelando a su curiosidad.
- Blanco: representa la sencillez, la paz, la pureza… Es un color ‘limpio’, que da sensación de amplitud y transparencia. El color blanco suele ser el protagonista en determinados eventos sociales, como bodas o comuniones, pero también en actos con un carácter minimalista.
Cómo los colores influyen en los elementos del catering
En la celebración de un evento, es imprescindible establecer la gama cromática que vamos a utilizar y, dentro de la misma, cuál será el color predominante según las sensaciones que queramos inspirar en los asistentes.
Esta selección afectará especialmente al catering en algunos puntos determinantes para el éxito de la celebración. En primer lugar, en la decoración. La elección de la mantelería, centros de mesa, menaje en general y ambientación en particular deben ser coherentes y acordes a crear la atmósfera deseada.
Por supuesto, el menú puede ser fiel reflejo también de esa combinación cromática, tanto en su presentación como en su composición. Jugar con colores, sabores y texturas para crear experiencias únicas que impacten en la memoria de los comensales.
Por último, y aunque los caterings tienen su uniforme propio, es posible, previo acuerdo, incorporar algún elemento de color acorde a la estética del evento o una prenda personalizada.
Ejemplos de colores y su uso en diferentes tipos de eventos
Para terminar, veamos algunas sugerencias de colores para eventos concretos:
- Bodas: como hemos comentado antes, el blanco es predominante, aunque se pueden añadir detalles en otros colores más llamativos, como el dorado (elegancia) o el rojo (pasión).
- Bautizos y comuniones: el blanco y los tonos beiges, incluso el amarillo, pueden representar una buena opción al transmitir pureza y vitalidad.
- Eventos sociales de día: al margen de los anteriores, dependerá del motivo de la celebración la elección del color. Si es un aniversario y queremos darle un toque de misterio, podemos elegir el blanco de base con detalles en morado. Para otro tipo de actos, el azul es siempre una buena elección.
- Eventos sociales nocturnos o exclusivos: el dorado imprimirá un toque elegante y de lujo.
- Eventos de trabajo: el azul, el amarillo o el naranja ofrecerán serenidad y ayudarán a que las ideas afloren.
- Eventos deportivos o en torno a la salud y el medioambiente: el verde será el color predominante, aunque se pueden añadir detalles en otros tonos.